En la industria global del vidrio, uno de los desafíos constantes es la resistencia de los materiales refractarios utilizados en condiciones de alta temperatura y corrosión. El ladrillo de alúmina α-β fundido TY-M emerge como una solución avanzada, formulado con alúmina de alta pureza y producido mediante un proceso de fusión en horno eléctrico a 2000℃ que genera una estructura densa y robusta de corindón α-β.
La exposición constante a temperaturas superiores a 1350℃ somete a los refractarios a una corrosión acelerada, aumentando la frecuencia de reemplazos, generando costos elevados y tiempos de parada en la producción que impactan directamente la eficiencia y rentabilidad. Además, la contaminación interna del vidrio por impurezas provenientes de materiales refractarios con Fe2O3 y TiO2 agrava la calidad del producto final, provocando defectos y burbujas que disminuyen la competitividad en mercados exigentes.
El ladrillo TY-M está fabricado con alúmina de máxima pureza, específicamente diseñada para eliminar Fe2O3 y TiO2, componentes que comúnmente deterioran la calidad del vidrio fundido. El proceso de fusión a 2000℃ permite obtener una combinación α-β sólida y homogénea, favorecida por una microestructura densa que resiste la corrosión térmica y química intensiva bajo 1350℃.
Parámetro | Ladrillo TY-M | Ladrillo convencional |
---|---|---|
Resistencia a corrosión (1350℃, 100h) | Reducción del 65% | N/A |
Durabilidad (horas promedio entre cambios) | 1200 | 730 |
Contaminación en vidrio (Índice de burbujas) | Reducción del 40% | N/A |
La implementación del ladrillo α-β fundido TY-M en hornos de vidrio ha demostrado reducir significativamente los costes asociados a reemplazos frecuentes y paradas de planta. Al eliminar Fe2O3 y TiO2, se minimiza la contaminación del vidrio líquido, mejorando notablemente la calidad del producto final y reduciendo pérdidas por defectos visuales y estructurales.
Adicionalmente, la mayor durabilidad del material amplía el ciclo operativo entre mantenimientos, asegurando una producción continua y eficiente. Estas mejoras impactan positivamente el retorno de inversión de los operadores y fabricantes.
Un importante productor europeo de vidrio reportó una reducción del 50% en paradas de mantenimiento al sustituir sus ladrillos convencionales por TY-M en las zonas críticas del horno. La calidad del vidrio mejoró con un 35% menos de burbujas y defectos, consolidando la estabilidad de la producción.
El ladrillo de alúmina α-β fundido TY-M representa una inversión estratégica para empresas del sector vidriero que buscan optimizar sus procesos, reducir costes y mejorar la calidad de sus productos. Su alta pureza y resistencia al desgaste en altas temperaturas garantizan un rendimiento superior y sostenido, alineado con las exigencias actuales del mercado.