Los hornos de vidrio enfrentan numerosos desafíos en cuanto a los materiales refractarios. La alta temperatura, la corrosión y la erosión son factores que pueden afectar seriamente la durabilidad y el rendimiento del horno. Es aquí donde el ladrillo de crisol AZS se destaca como una opción ideal.
Alta resistencia térmica: El ladrillo de crisol AZS tiene una temperatura de fusión muy alta, generalmente alrededor de 1700°C. Esto le permite resistir las altas temperaturas generadas en los hornos de vidrio sin fundirse o deformarse, lo que garantiza la estabilidad y la seguridad del horno.
Buena estabilidad térmica: Durante los ciclos de calentamiento y enfriamiento, el ladrillo de crisol AZS muestra una excelente estabilidad térmica. Puede soportar cambios bruscos de temperatura sin sufrir grietas o roturas, lo que prolonga la vida útil del horno.
Resistencia a la corrosión: Los materiales utilizados en la producción de vidrio pueden ser muy corrosivos. El ladrillo de crisol AZS es altamente resistente a la corrosión química, lo que protege el horno de la erosión causada por los materiales corrosivos y mantiene su integridad estructural.
Reducción de la contaminación del vidrio: Este tipo de ladrillo no libera impurezas al vidrio en proceso de fabricación, lo que garantiza la calidad y la pureza del vidrio producido. Según estudios, el uso de ladrillos de crisol AZS puede reducir la contaminación del vidrio en un 30% aproximadamente.
Formas personalizables: Los fabricantes pueden producir ladrillos de crisol AZS en diferentes formas y tamaños según las necesidades específicas de los clientes. Esto permite una mejor adaptación a la estructura y el diseño del horno de vidrio.
Materiales Refractarios | Resistencia Térmica | Estabilidad Térmica | Resistencia a la Corrosión |
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Ladrillo de crisol AZS | Alta (hasta 1700°C) | Excelente | Muy alta |
Otros materiales convencionales | Media (hasta 1300 - 1500°C) | Regular | Media |
Una fábrica de vidrio en España utilizaba materiales refractarios convencionales en sus hornos, lo que les causaba problemas de durabilidad y calidad del vidrio. Después de cambiar a ladrillos de crisol AZS, notaron una mejora significativa. La vida útil del horno se extendió en un 40%, y la calidad del vidrio aumentó en un 25%. Además, la reducción de los costos de mantenimiento y reemplazo de materiales fue considerable.
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